domingo, 13 de noviembre de 2016

"Todo...se nota"



No se trata de mentir o de decir la verdad. De ocultar o de disimular. No es eso. No se trata de eso. El tema es que las cosas se “notan”. Todo se “nota”. No sé por qué o cómo…pero el hecho es que “todo se nota”. Alguien llega, te habla como siempre, dice las cosas de siempre, se va como siempre…y sin embargo…se “nota”. Primero no te das ni cuenta de que has “Notado “ algo, pero lo cierto es que lo has notado. Te ha llegado .Está. La diferencia, lo nuevo, ese secreto, ese mal pensamiento, lo que está a punto de hacer, lo que dijo de ti ayer, lo que no quiere que sepas, ”SE NOTA”. Pero entre que no te has dado cuenta de que lo has notado y que tampoco sabes bien qué es lo que has notado o la fiabilidad de tus percepciones, decides ignorar que lo has notado, que sabes lo que todavía no sabes que acabas de notar.



 Es así de raro y molesto. ¿ Para qué coño quiero “notar” lo que alguien quiere ocultar y que no me va a aportar nada? .¿Para qué narices quiero “notar” que quien tengo delante ayer me traicionó o lo va a hacer o está deseando hacerlo?. Pero lo quieras o no lo quieras notar…se nota. Todo se nota. Y es una putada. Porque te obliga a hacer algo respecto a lo que has “notado”. Porque hoy no era el día para notar nada. Porque no me viene bien. Porque me quita más que me da.
Pero por alguna razón, todo se nota. Pero no hablo solo de notarlo de cuerpo presente, no. Hablo de que aunque no veas a alguien, no hables con él, “notas” algo. Y entonces, te vienen ideas descabelladas a la cabeza respecto a esa persona, piensas cosas que antes nunca se te hubiese ocurrido pensar, te tachas a ti misma de fantasiosa. Y ¿qué pasa?...que a veces eso extraño que notaste no sabes cómo ni en qué, va y a los meses o días o años…se convierte en una realidad que “todos notan”. Y entonces te acuerdas que lo habías notado, que lo notaste todo…tú, que no tenías nada que ver en eso. ¡Mira que es mala suerte…que justo tengas que notarlo tú!, ¡Qué lo noten el resto!


A lo que iba, da igual tomarse las molestias de mentir, ocultar, disimular…porque al fin y al cabo, se va a “notar”. Lo van a “notar”. Lo voy a “notar”. Lo vas a notar. Porque todo se nota, lo bueno y lo malo, lo que piensas o has pensado, las desconfianzas, lo que no se dice, lo que está debajo de esa aparente normalidad. Y lo peor es que notas que te lo he notado, que se te ha notado, que se nota.
Lo que pasa es que muchas veces, no sabes que nombre ponerle a eso que has notado, no terminas de concretar bien qué es eso que has notado. Pero lo has notado, es un hecho, está ahí como un invitado incómodo, como una visita inesperada, como un acto fallido.
Por eso en realidad siempre estamos desnudos, somos transparentes por mucho que queramos ocultarnos, por más que tapemos pensamientos, ideas y hechos.
Y desde que sé que todo se nota, a veces tengo la tentación de no decir, de ocultar, de disimular lo que pienso, deseo, he hecho o estoy a punto de hacer. Total…lo van a notar. Pues que lo noten…así me ahorro el trabajo de decirlo…de confesar…de sonrojarme. Prefiero que lo “Noten”…y que después de notarlo…se hagan preguntas…y tiempo después, se den cuenta que lo que notaron…ya es una realidad.


No hay comentarios: